¿Qué historia cuenta La vuelta (2013, Editorial Simulcoop)?
Cuenta la historia de los años más jóvenes. Una mirada desde la adultez a esos años que siguen nutriendo el presente, afectándolo. Y no porque hayan sido traumáticas las experiencias tempranas sino porque el tipo de intensidad que tiene la juventud sirve precisamente para darle una fuerza direccional al resto de la vida, un empujón potente que te orienta hacia determinado lado y del que no te podés - ni debés - desentender nunca. Sos quien fuiste y a su vez quien ya no sos. De eso se trata La vuelta. Si yo no fuera aún quien fui ni siquiera me preocuparía por revisar mi pasado, si lo reviso es porque ahí hay algo que todavía me explica, me justifica, me hace comprenderme en la actualidad.
Entonces La vuelta es un viaje al pasado en vez de un viaje a lo desconocido. ¿Volver es posible más allá del concepto?
Creo que lo digo en el último poema: es una vuelta sobre los pasos propios. Ese es el único concepto. Echar la mirada hacia atrás y ver el viaje que se hizo, que se sigue haciendo. Y no hay imposibilidad en eso, todo lo contrario, lo único que hay es posibilidad. La idea de imposibilidad en verdad viene de la aspiración a un ideal inalcanzable, imposible, algo con lo cual nos medimos y salimos perdiendo, claro. En cambio la posibilidad es la libertad. Y la libertad solo es posible si conocemos nuestros límites. Desde ese lugar escribí estos poemas. Desde el sentimiento de que algo en mí maduró y reviso todo el camino hasta llegar a este momento.
¿Tiene algún significado especial poder lanzar tu obra en el lugar en que creciste?
Sí, muchísimo significado. No te voy a decir cuál porque es una cosa íntima. Pero sí te voy a decir que me parece cosa de mandinga que el libro se esté lanzando en el mismo lugar donde transité mi juventud, que no es capital, donde siempre sucede todo. Es El Palomar, es Caseros, es el lugar del que me tuve que ir para poder olvidar y sentir que empezaba de nuevo.
¿Esto marca alguna diferencia respecto a tus anteriores obras?
Sí, claro. Creo que el destino se encargó de que en lo fáctico yo diera una vuelta también con mi propia escritura y me dedicara a escribir sobre algo que yo creía que había quedado en el tiempo; con un lenguaje simple más cercano a La casa en la avenida, mi segundo libro - que habla también de mi infancia y mi juventud- que a Espacios naturales, el último. Una vuelta completita. En ese sentido es un punto de inflexión de mi obra. El destino me conectó con un grupo de jóvenes artistas que me ayudan a dar esa vuelta sobre mis propios pasos y a cerrar un ciclo, ¿no es maravilloso? Era una vuelta que por mí misma no hubiera podido dar. ¿Y ven? Es otra vez la juventud la que da ese empujón decisivo en mi vida. Estoy muy agradecida. En la juventud y en la creatividad las cosas se hacen con el corazón.
Paula Jiménez es periodista, escritora y psicóloga. En poesía publicó “Ser feliz en Baltimore” (Nusud 2001), “Formas”, libro y cd (Terraza 2002), “La casa en la avenida” (Terraza 2004), con el que obtuvo en 2003 una mención del Fondo Nacional de las Artes, “La mala vida” (Bajo la luna, 2007), la plaqueta “Los pájaros” (Color pastel, 2007) , “Ni jota” (Abeja Reina, 2008) y “Espacios naturales” (Bajo la luna, 2009), por el que recibió el Primer Pemio del Fondo Nacional de las Artes en 2008. En 2007 obtuvo una mención del Fondo Nacional de las Artes, esta vez por “Sosiego”, libro de poemas aún inédito. En 2006 recibió el Primer Premio Nacional de Literatura Tres de Febrero y el Hernández de Plata en categoría Poesía y en 2008 el Segundo Premio Nacional de Literatura Tres de Febrero. Sus cuentos “Aventuras de Eva en el planeta” (2005) y “La calle de las alegrías” (2006) fueron editados en Barcelona (Serena Ediciones). Por “Mariquita Sánchez” recibió en 2007 el 2º Premio de relato corto LGBT de Hegoak (País Vasco). Integró el consejo editorial de las editoriales “Nusud” y “Abeja reina”. Textos suyos integran diversas antologías argentinas, españolas e hispanoamericanas, entre ellos Animales distintos (España, México y Argentina, 2008) y Voces para Lilith (Estruendomudo, 2012). Como crítica literaria escribió para las revistas “Hablar de poesía” (Argentina) y “La estafeta del viento” (España). Colabora con el suplemento “SOY” de Página/12. Coordina talleres de escritura desde 2001.
Viajar é algo que se faz poucas vezes.
ResponderEliminarEm meu caso, foi uma
que durou muito tempo. ...Lindo!